Desde el inicio del sendero tenemos una preciosa vista hacia el sureste del delta del Guadalfeo y las vegas de Motril y Salobreña. Este delta debe su formación al aporte de materiales arrastrados desde las tierras interiores por las aguas del río Guadalfeo. Mientras estas aguas mantienen una velocidad suficientemente elevada en los tramos altos y medios del cauce, las partículas presentes en ellas se mantienen en flotación; al alcanzar el río su tramo final, la pendiente disminuye y las aguas pierden velocidad, lo que propicia la sedimentación de las partículas arrastradas en las zonas llanas. Este mecanismo, a lo largo de los años, da lugar al crecimiento de los deltas y a la ocupación de terrenos anteriormente marinos.
Al inicio de nuestro itinerario, encontraremos algunas repoblaciones muy jóvenes realizadas con especies de gran interés ecológico: encina, alcornoque, algarrobo, pino carrasco y piñonero, espliego, palmito y retama.
El Cortijo Burgos fue construido en el siglo XIX. De los elementos arquitectónicos que aún persisten destaca el acueducto que servía para el abastecimiento de agua.
El Cortijo de Alcántara responde al típico modelo de edificación rústica andaluza (cortijo); construido a principios del siglo XX. Durante décadas fue residencia permanente de dos familias. Fue remodelado para el alojamiento de guardería forestal, que actualmente se encuentra abandonado.