Bienvenidos

Motril es una ciudad llena de contrastes, en la que un sinfín de sensaciones se apoderan del visitante que la viene a descubrir.  Colores, aromas y sabores, se mezclan entre sí para sorprender al viajero más experimentado, que encuentra en nuestra ciudad un verdadero paraíso para los sentidos.

 

Un cielo azul permite al sol brillar durante más de 320 días al año, iluminando el agua cristalina de nuestras playas y el verde de la vega, teniendo como telón de fondo la imponente Sierra Nevada. En ningún otro lugar en el mundo se puede disfrutar de un paisaje con esas características. Las condiciones geográficas privilegiadas de las que gozamos, nos otorgan un clima subtropical único en Europa y la posibilidad de pasar del nivel del mar a los 2.000 metros de altitud, caminando por rutas y senderos de vistas espectaculares.

 

El litoral motrileño nos ofrece multitud de posibilidades. Desde pequeñas calas llenas de encanto a extensas playas donde prevalece el carácter familiar, llenas de actividades con las que disfrutar. Practicar deportes náuticos, degustar un espeto en los chiringuitos, o simplemente relajarse y dejarse llevar por el sonido del mar, en nuestras playas hay alternativas para todos los gustos. El alto nivel de equipamientos y servicios prestados queda reflejado también mediante las prestigiosas certificaciones de calidad con las que cuentan.

 

Motril es de sal y también de azúcar. Un lugar en el que a orillas del Mediterráneo se han desarrollado a lo largo del tiempo, tradiciones tanto marineras como agrícolas. El cultivo de la caña de azúcar, implantado en estas tierras por los árabes, se prolongó a lo largo de más de mil años, y es a día de hoy la verdadera seña de identidad de nuestra ciudad. Existe un extenso patrimonio cultural y arquitectónico ligado a la caña: museos, fincas de cultivo o antiguos Ingenios azucareros y chimeneas que salpican toda la ciudad.

 

Un capítulo especial merece el apartado gastronómico. El pescado, las frutas tropicales y las hortalizas son la base de nuestra cocina, excelente exponente de la dieta mediterránea. Mangos, aguacates, chirimoyas, tomates cherry o la conocidísima “quisquilla de Motril” son sólo algunos de los manjares que podremos encontrar. En Motril, los productos van del mar y la vega, directamente a la mesa, y son servidos con mimo por los restauradores locales, que han sabido aunar la calidad de los productos frescos con innovadoras recetas y presentaciones. También debemos destacar el ron que se produce en bodegas motrileñas y la Torta Real, postre único basado en una antiquísima receta árabe.

 

Por todo ello, queremos invitaros a conocer esta tierra afortunada en la que se abrazan el mar y la montaña, la tradición y la vanguardia, el azúcar y la sal. Donde podrás vivir experiencias y sensaciones únicas. Te vas a enamorar!