En las copas de algunos pinos observaremos masas globosas compactas, formadas por aglomeraciones de hojas o acículas mucho más pequeñas que las normales, que se denomina vulgarmente como “escoba de bruja”, que es una especie de tumor que causan unas bacterias que parasitan internamente a estos árboles.
De los matorrales más significativos que existen en la zona son las jaras; con hojas opuestas, flores vistosas con numerosos estambres y pétalos blancos o rosados, y frutos distintivos con aspecto de cápsula. Podremos observar tres jaras:
- Jara blanca (Cistus albidus). Hojas anchas y aterciopeladas, de color verde grisáceo muy claro, y flores rosadas. En las zonas que han sufrido incendios recientes, esta especie se extiende rápidamente ocupando un alto porcentaje del espacio, por ello se les denomina “hijas del fuego”.
- Jara negra/jaguarzo (Cistus monspeliensis). Hojas estrechas de color verde oscuro, y flores blancas. Esta planta sólo puede crecer sobre terrenos libres de cal, por lo que se le aplica el calificativo de “planta calcífuga”.
- Jara de romero/romero macho (Cistus clusis). Hojas estrechas y alargadas, de bordes enrollados, muy parecidas a las del romero, pero esta tiene pequeñas flores blancas. Prefiere los suelos ricos en cal, denominándose “planta calcícola”.
Mayoritariamente nos encontraremos pinos carrascos de repoblación y algunos cipreses. También podremos avistar, de forma muy localizada, vegetación perteneciente al bosque mediterráneo como son el alcornoque (Quercus coccifera), encina (Quercus ilex), aladierno (Rhamnus alaternus), olivilla (Teucrium fruticans) o espino negro (Prunus spinosa).
Sin duda, las especies arbóreas más importantes del bosque mediterráneo son las pertenecientes al género Quercus, que producen unos frutos denominados bellotas. De este género cabe destacar:
- Encina (Quercus ilex). Con hojas duras, pequeñas, y a veces espinosas, de color verde oscuro por el haz (cara superior) y gris claro por el envés (cara inferior). Su bellota es dulce.
- Coscoja (Quercus coccifera). Es arbustiva. Hojas de color verde por ambas caras y muy espinosas. Su bellota es amarga.
- Alcornoque (Quercus suber). Muy similar a la encina, pero se diferencia de esta por presentar el tronco y la ramas cubierto de corcho.
- Quejigo (Quercus faginea). De hojas más amplias y menos endurecidas que las anteriores, y la única que pierde la hoja en invierno (caducifolia). Crece en montañas altas, en zonas umbrías con mayor humedad. Resiste peor la sequía que las otras especies comentadas.
Un kilómetro antes de llegar a la Fuente del Moral (carretera de Gualchos-Lújar). Tras recorrer unos pocos cientos de metros por este carril, se llega a una intersección en cuyo centro hay plantado un ciprés. Al llegar a la glorieta tenemos una bifurcación; el camino a la izquierda, el que nos llevará hasta el puesto de vigilancia forestal a unos 500 metros, y el camino de la derecha, que se interna en el pinar de repoblación. Avanzamos por el carril recorriendo la ladera a media altura; éste sortea, mediante una amplia curva, el barranco de Las Fuentezuelas. El sendero continúa por el carril forestal hasta alcanzar una vaguada en la que existen restos de bosque mediterráneo originario (alcornoque, encina, aladierno, olivilla o espino negro). Seguidamente atravesamos un almendral bastante descuidado. El sendero continúa por el carril forestal, entre masas de pinar y matorrales justo debajo de una antena de telefonía. Unos pocos cientos de metros más adelante, desembocamos finalmente en el carril del Cortijo de Alcántara.
Puesto de vigilancia Fuente del Moral, desde donde obtenemos unas magníficas vistas sobre los llanos de Carchuna y las lomas que los rodean. Aquí encontramos un panel, “Mirador de los llanos de Carchuna”. A medio recorrido encontramos el panel “El bosque mediterráneo”.
Se accede al inicio del sendero por la carretera de Gualchos-Lújar; aproximadamente un kilómetro antes de llegar a la Fuente del Moral. A la altura de Puesto de Vigilancia Forestal Fuente del Moral y continúa por la ladera occidental del Cerro del Conjuro.
Sobrepasada una antena de telefonía, que se encuentra cercana del barranco de La Garnatilla, desembocamos al carril del Cortijo de Alcántara, y por tanto, la finalización del sendero.
El final de esta ruta desemboca al sendero “Garnatilla-Alcántara”.