Los distintos barrios que conforman la ciudad de Motril celebran a lo largo de todo el año las festividades en honor a los patronos que le dan su nombre. La intimidad y cercanía caracterizan estos festejos ya que los propios vecinos son los protagonistas.
En las dos primeras semanas de junio ronda la fecha elegida por el barrio de San Antonio, en la zona Norte, para honrar al santo que le da su nombre y que descansa en la ermita que corona sus calles. La asociación de vecinos se vuelca en la organización de actividades deportivas como el campeonato de petanca, en la puesta a punto de una comida popular y, como no, en la salida procesional de San Antonio. Desde hace algunos años, se ha recuperado la tradición de celebrar una romería.
Antes de que se cierre el mes de agosto llegan las fiestas del barrio de Santa Adela, uno de los más cercanos a la playa de Poniente. La plaza central se convierte en centro de actividades para todas las edades, con atracciones, deportes y, sobre todo, la confluencia de propios y visitantes. Los fuegos artificiales lanzados desde el mar son el principal atractivo de esta festividad.
Y metidos en el otoño, los barrios de Motril retoman sus fiestas populares. Primero lo hará Las Angustias, a mediados de octubre, cuyo eje principal es honrar a la Virgen que le da nombre a este complejo de calles de la zona Norte. Durante todo un fin de semana, los vecinos organizan actividades que concluyen el domingo por la tarde con la salida de la Virgen de las Angustias desde su templo, una procesión popular a la que cientos de motrileños se unen.
Una semana después, el barrio de Capuchinos celebra las fiestas en honor a la Virgen de la Pastora, su patrona. La plaza de Garvayo Dinelli se llena de atracciones de feria y una caseta en la que, además de deleitar a los visitantes con una comida popular el domingo, hay una barra para refrescar los aún días calurosos de la Costa. El principal atractivo de esta festividad es el desfile equino que tiene lugar durante la mañana del domingo, una jornada que finaliza con la salida procesional de la Virgen de la Pastora. La ‘Petalá’, donde se cubre de pétalos de flores tirados desde un balcón al cortejo procesional es uno de los puntos más interesantes.
En diciembre llegan las fiestas en honor a San Nicolás en el barrio donde está la pequeña ermita en la que descansa, la Nacla. Olvidadas durante mucho tiempo, Motril ha retomado hace poco estas fiestas que abren boca a la Navidad.