Parques
Avda. Salobreña, s/n
18600 Motril GR

Motril se trata de un rincón botánico enclavado en un microclima subtropical que permite el cultivo y desarrollo de una amplia gama de especies tanto autóctonas de nuestras latitudes, como de especies de climas tropicales de distintos confines del mundo.

 

Este microclima es la base en la que se fundamenta y da origen al parque de los Pueblos de América, emplazado en pleno centro de nuestro municipio, donde confluye el Santuario de nuestra Patrona la Virgen de la Cabeza, y los vestigios azucareros de nuestra historia con los restos patrimoniales de lo que fuera la Fábrica de Azúcar de la Alcoholera.

 

El Parque de los Pueblos de América es una visita obligada de nuestros visitantes donde podrán contemplar especies de distintos lugares del continente americano entre las que destacamos  Roystonea regia (Palmera real cubana), Erythrina crista-galli (Árbol del Coral), Phytolacca dioica (Arbol de la Bella Sombra), Chorisia speciosa (Palo Borracho), Jacaranda mimosifolia (Tarco), Liriodendron tulipifera (Arbol de la Tulipas), Taxodium ascendens (Cipres de los pantanos), así como una gran variedad de arbustos destacados todos ellos por el colorido de sus floraciones en distintas épocas del año.

Motril es una ciudad que se destaca por sus jardines y arbolado urbano, lo cual hace agradable pasear por sus calles, plazas y por sus parques entre los que destacamos el Parque de las Provincias emplazado al este de la ciudad el cual se trata de un área de esparcimiento amplio con paseos asombrados por frondosos árboles y alineaciones de palmeras, el Parque del Chaquetas, emplazado a unos pocos metros de este último también en la zona este de la cuidad, y desde donde podemos hacer una visual de todo el municipio, pudiendo contemplar fantásticas puestas de sol con el mar al fondo y nuestras sierras a su espalda, los jardines de la Fábrica del Pilar en este entorno Fabril y donde dispone también de un fantástico mirador  a la vez que podemos disfrutar de las exposiciones que nos ofrece dicho museo, y de nuestros paseos en plena playa bajo palmeras tropicales y parques como el Severiano Ballesteros ampliamente dotado para descansar y leer un libro bajo la sombra de sus pérgolas.