El gobierno local, en pleno, acudió al Santuario a presentar sus respetos a la Virgen de la Cabeza, presidido por la alcaldesa Luisa María García Chamorro quien hizo entrega a la Venerada Imagen del bastón de mando municipal.
La Patrona de Motril, Nuestra Señora de La Cabeza Coronada, recibió el calor y el cariño de su pueblo durante la tradicional ofrenda floral y de alimentos de la jornada del 13 de agosto. Un día que pasará a la historia por su atipicidad, ya que el siempre mutitudinario acto celebrado en el Parque de los Pueblos de América se desarrolló en el interior del Santuario de la Patrona, de manera excepcional, a fin de garantizar al máximo las medidas de seguridad y distancia personal a consecuencia del Covid. No obstante, su Real Hermandad dio el todo por el todo para que el acto cumpliese todos esos objetivos y que no hubiese colectivo, hermandad, asociación o motrileño que se quedase si ofrendar flor a la Virgen de la Cabeza, dispuesta en un impactante altar efímero a la izquierda del crucero del templo. Un altar que terminó literalmente cubierto de nardos, gladiolos, rosas y gerveras; mientras que las dependencias parroquiales no dieron abasto a acoger donaciones de alimentos para los más necesitados. Uno de los momentos más simbólicos y emotivos se produjo cuando la alcaldesa de la ciudad, Luisa María García Chamorro, depositaba a los pies de la Patrona el bastón de mando de la ciudad de Motril; escenificándose un año más la emblemática puesta a disposición del mismo a la Alcaldesa Perpétua de Motril, que nuevamente lo luce como máximo distintivo y reconocimiento del título de Regidora de todos los motrileños, par todos los tiempos. García Chamorro recibió de la Real Hermandad de Nuestra Señora de la Cabeza un recuerdo de una jornada muy especial en la que no faltaron ni los cánticos ni los vivas. Precisamente, la alcaldesa presidió la comitiva del gobierno local en pleno que volvió a acudir a una cita llena de reminiscencias ancestrales y devoción popular, al tiempo que todo el equipo siguió la Santa Misa posterior con la que se dio fin a la tradicional jornada. La Real Hermandad que, por primera vez en casi ochenta años, no podrá procesionar a la Patrona en su gran día, el 15 de agosto, ha dispuesto que la Sagrada Imagen pueda ser vista y visitada por todos los motrileños que lo deseen una vez que concluya la Eucaristía de las 21 horas, permaneciendo expuesta mientras haya una sola persona en el Santuario. Será una jornada distinta, pero muy emotiva para la ciudad.