Las espichás o boquerones secos son un plato tradicional motrileño. Previamente pasados por agua y sal, se ensartan los boquerones por la boca con una aguja o cañavera. Colgamos donde puedan airearse, y dejamos durante unas 24 horas aproximadamente.  Una vez secos se fríen con ajos y se acompaña de un huevo frito y pan.