La Casa Ruiz abre sus puertas transformada en el Centro de Arte José Hernández Quero

La rehabilitación de uno de los pocos ejemplos de la arquitectura palaciega en la ciudad ha supuesto una inversión algo superior al millón y medio de euros entre las dos fases y responde al compromiso del Gobierno municipal por incorporar y conservar su patrimonio, tal y como ya se hizo con la Casa Garcés Herrera, que hoy es el Museo de Historia de la Ciudad, la urbanización Sur de la Fábrica del Pilar y rehabilitación del Almacén de Azúcar, o la inminente puesta en marcha de la Casa Garach.

 

 

La alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, acompañada por el pintor granadino José Hernández Quero, ha inaugurado la rehabilitada Casa Ruiz, convertida en el centro de arte que alberga a partir de ahora la colección particular y biblioteca del artista, que ha sido legada a la ciudad.

 

 

 

García Chamorro ha calificado este fecha como una “fiesta de la cultura para Motril”, porque con ella “la ciudad suma una nueva infraestructura museística de gran calado, que logra, por un lado, consolidar la vocación de capital artística en la que la ciudad trabaja desde hace años, recuperando a su vez el valor patrimonial de sus edificios más emblemáticos, señas de su historia y que marcaron profundamente la idiosincrasia de los motrileños”.

 

 

 

Vallejo ha explicado por su parte que el Centro de Arte José Hernández Quero abunda en este propósito y a su vez pretende dar a conocer la obra de uno de los artistas granadinos más destacados de la segunda mitad del siglo XX. Pintor, escultor y grabador, Hernández Quero tiene obras expuestas en las principales pinacotecas de nuestro país como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía o el de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

 

 

 

Además de su obra, Hernández Quero ha donado a la ciudad su biblioteca, compuesta por más de 5.000 volúmenes mayoritariamente de arte y su colección particular, que también se expondrá en este centro de arte, donde resaltan obras de Alonso Cano, Rodríguez Acosta, Ángeles Ortiz y un boceto de Gabriel Morcillo.

 

 

 

Los arquitectos municipales José Luis López Siles y Francisco Moreno Martínez han detallado las características técnicas del proyecto, que ha supuesto una inversión algo superior al millón y medio de euros entre las dos fases ejecutadas con fondos del Ayuntamiento.

 

 

 

La distribución de la Casa Ruiz está dividida en tres plantas y su espacio interior se articula en torno al patio central que es el protagonista del nuevo equipamiento cultural. Un patio singular en forma de cubo de cristal traslúcido y que inunda de luz todo el museo. En la planta baja se ubica el acceso, la oficina de venta de entradas y publicaciones y la sala de exposiciones temporales y actos culturales, mientras que en la primera planta se sitúa la colección permanente de Hernández Quero, con una sala especial dedicada a mostrar la obra gráfica (grabados). La segunda planta está ocupada por el archivo y biblioteca del autor.

 

 

 

“La puerta que sirve de acceso es la lateral junto al mercado municipal, y está fabricada en bronce con un acabado en bajorrelieve representando el grabado del artista ‘Señora tumbada’”, ha explicado la concejala de Cultura.

 

 

 

“La apuesta por la Casa Ruiz, con la que recobramos para el presente lo que se nos legó en el pasado, no es una iniciativa aislada, sino que responde a un compromiso del Gobierno municipal que lleva años trabajando en paralelo en las líneas estratégicas de afianzamiento cultural de nuestro patrimonio, que incluyen la recuperación de todo el legado monumental de nuestros edificios y zonas con mayor carácter histórico y el plan museístico que ha logrado poner en servicio una red de galerías que destacan los aspectos más señeros de la historia de Motril, tales como el Museo de Historia de la Ciudad o la gran sala de exposiciones de la Nave del Azúcar, perteneciente al conjunto fabril de Nuestra Señora del Pilar”, ha manifestado la alcaldesa

 

 

 

José Hernández Quero manifestó su orgullo por poder legar su obra a la ciudad de Motril, a la que tiene gran cariño por haber sido un lugar habitual al que se desplazaba desde su residencia de Castell de Ferro, en la que ha hecho grandes amigos, “como no he tenido descendencia a la que dejarle mi obra, ahora todos los motrileños serán mis hijos”, comentaba en su visita al centro artístico por la mañana. El artista también reseñó el valor de su colección-biblioteca en la que atesora películas clásicas o libros de tirada reducida de las reinas del drama español, como María Guerrero, adquirido en Buenos Aires, “sé que en Motril hay gran afición por el teatro y que los motrileños sabrán apreciarlo”, aseguraba.

 

 

 

De la obra del pintor granadino habló Nicolás Navarro, presidente de la Asociación de Amigos de Ramón Portillo, quien definió su pintura como “serena y reposada”, al tiempo que se refirió al retrato de ‘La caramba’ rubricado por Hernández Quero, “que si viera lo que se ha conseguido diría que un ‘olé para Motril”.

 

 

 

García Chamorro manifestó igualmente que con la inauguración de este centro de arte la ciudad se postula como enclave para disfrutar de un turismo monumental, “que es la apuesta por nuestros elementos singulares como valor diferencial con el que consolidar el destino y la oferta destinada a perfiles concretos de visitantes que logren la desestacionalización y el impulso de un turismo estable y de calidad”.

 

 

 

Asimismo la alcaldesa anunció que la inminente puesta en servicio el mes que viene del centro de Desarrollo Turístico de la Costa Tropical será además el acicate necesario para el impulso definitivo del sector, puesto que Motril contará con un espacio multiusos que podrá acoger turismo de congresos, y a la par también grandes conciertos y espectáculos que por sus dimensiones no podían desarrollarse en el teatro Calderón de la Barca “y ahora encontrarán un lugar en el que poder lucirlos con toda su majestuosidad”.