En la presentación del cartel oficial, de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, la alcaldesa Luisa María García Chamorro, ha reivindicado una semana mayor “cuya principal bandera sea su esencia y su valor humano por encima de todo lo demás”.
En 2021, al igual que el pasado año, no habrá procesiones en la calle, pero prevalecerá el espíritu, la tradición y el empeño que alimentan las manifestaciones externas de la Semana Santa de Motril, sus estaciones de penitencia. Al menos, esa corriente subterránea que sigue impulsando el colectivo cofrade de la ciudad se ha querido poner hoy manifiesto, más que nunca, durante la presentación del cartel oficial anunciador de la Semana Santa de Motril 2021. Presidido por una fotografía de Vicente Tamayo Garvayo, el embajador visual de la semana santa en la calle se ha quedado dentro de la Iglesia Mayor, lugar donde ha sido captada la imagen de detalle de las manos de Jesús del Perdón; una estampa que plasma la alegoría de la esperanza en el futuro y que ha sido presentada en la Iglesia del Carmen, epicentro devocional de la cofradía que rinde culto al Preso de la pasión motrileña, contando con la presencia del consiliario de la agrupación y párroco, Alberto Sedano.
Al comienzo del acto, la alcaldesa de Motril, Luisa María García Chamorro no ha pasado por alto lo que supone, para la totalidad de las hermandades motrileñas, alcanzar y rebasar el segundo año de la pandemia, un periodo en el que las corporaciones penitenciales de la ciudad han orientado sus esfuerzos precisamente para apoyar al máximo la cobertura de necesidades básicas de muchos sectores de la población. Todo ello sin abandonar, en ningún momento, el trabajo que las conducirá a la semana santa de 2022.
Sin embargo, la alcaldesa ha recordado que este parón debe servir para cumplir un objetivo: “reflexionar, de manera consciente, en torno a cual es el papel que el mundo cofrade debe desempeñar en la sociedad”. En efecto, García Chamorro ha recordado a los cofrades que “como toda actividad humana, la generada por nuestras hermandades debe ser sometida a una periódica revisión y auto crítica sincera por parte de sus miembros. Por supuesto que todos deseamos ver, nuevamente en las calles, nuestros cortejos nazarenos rodeando la belleza inigualable de las imágenes sagradas a las que todos nos encomendamos; pero también pienso que la próxima Semana Santa en la que veamos los pasos en las calles debe ser, necesariamente, otra Semana Santa distinta; mucho más responsable y consciente de cuál es su verdadero papel y hueco espiritual, cultural y social”.
La primera edil, que ha felicitado a la agrupación “por estar tirando del carro en este momento histórico tan difícil”, ha incidido en lo anterior indicando que “hay que luchar por la Semana Santa que ponga por delante a sus hombres y mujeres, a desterrar errores cometidos y actitudes que en nada colaboran para engrandecerla. Os animo a proyectar en vuestro corazón el horizonte de una nueva Semana Mayor que ponga a Motril en el lugar que merece, pero cuya principal bandera sea su esencia y no las formas, su valor humano por encima de todo lo demás”.
Precisamente, el presentador del cartel de este año y padre de su autor, Vicente Tamayo Jiménez, brindó un mensaje de apoyo cálido y emotivo a las hermandades motrileñas, a las que recordó su compromiso espiritual y social y de las que dibujó un alegato nostálgico que habrá de servir de combustible emocional para encarar el futuro.
Por su parte, el presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Semana Santa de Motril, Manuel Terrón González, trasladó al público lo que es una intención claramente expresada por toda su junta de gobierno, la de “seguir estando ahí, de manera responsable, seria y conducente siempre a luchar por algo que es de todos y de la que nos tenemos que sentir muy orgullosos. Terrón se mostró muy satisfecho de la obra que, este año, anuncia una semana santa sin procesiones, pero con mucho que enseñar y aportar a Motril como parte indiscutible de su historia.
El autor de la foto del cartel, Vicente Tamayo Garvayo, recibió las felicitaciones de la alcaldesa motrileña y de la casi totalidad del equipo de gobierno municipal que asistió a un acto que, este año, coincide con el inicio de la Cuaresma.
Bendición de San Mateo
El pasado sábado, 20 de febrero, la hermandad de la Santa Cena y María Santísima del Amor, vivió un nuevo hito en la historia de la corporación sacramental con la bendición de la imagen del San Mateo, el quinto apóstol que se integra en la recreación de la institución de la Eucaristía, y la séptima imagen con la que ya cuenta la hermandad, incluida la del Cristo de la Fe y la Virgen del Amor. A tal fin, la hermandad norteña realizó un sencillo acto, con la bendición incluida en la Eucaristía a cargo del párroco Alberto Sedano, y que contó con la presencia del imaginero autor de todo el Misterio, Ángel Asenjo Fenoy.
La alcaldesa de Motril, Luisa María García Chamorro, junto a la teniente de alcalde de Acción Social, Inmaculada Torres Alaminos, no quiso faltar a esta cita muy entrañable para la hermandad que preside Antonio Jesús Sánchez García y que está completando uno de los marcos patrimoniales más importantes de la Semana Santa de Motril. El acto tuvo lugar en la Ermita de San Antonio, revistiendo sencillez, solemnidad y una estricta disposición de las medidas de seguridad.