Chirimoyo
Nombre Científico: 
Annona cherimola Mill.
Origen: 

Sudamérica, concretamente de la zona andina limítrofe entre Ecuador y Perú, en la que crece en altitudes comprendidas entre los 1.400 y 2.000m.

Descripción y Características:

El Chirimoyo (Annona cherimola Mill.) pertenece a la familia de las Anonáceas. Su introducción en Oriente fue vía África, por los primeros navegantes españoles. Actualmente el Chirimoyo se encuentra distribuido en casi todos los países con clima tropical. En España solo se cultiva en Andalucía ocupando unas 3300 Has.


Es un árbol pequeño de hasta unos 8 m de altura, de tronco corto y copa amplia más o menos redondeada, presentando ramificaciones bajas formando “faldones”. Las ramas jóvenes están cubiertas de un fieltro de pelos grisáceos que a menudo toman un color de herrumbre. El sistema radicular es superficial y ramificado, pudiendo originar dos o tres pisos o planos de raíces a diferentes niveles, aunque poco profundos. Es un árbol caducifolio, pero en zonas con invierno suave se hace perennifolio o al menos mantiene las hojas hasta la primavera siguiente. Presenta hojas ovales, en disposición alterna, con pecíolo corto y nerviación regular, recubiertas por el envés de una pelosidad aparente. Las flores son solitarias o agrupadas en números de 2-3 en las axilas de las hojas del año previo, y hasta que no se cae la hoja la yema no puede desarrollarse (está protegida por el pecíolo de la hoja). Presentan tres pétalos muy carnosos de color verde crema, poco atractivos. El fruto es una baya con numerosas semillas de color negro, ovoideas y brillantes. Es una infrutescencia de color verde, acorazonado o redondeado y la superficie de su piel con unas huellas más o menos pronunciadas y que al madurar toma un color más verde claro o blanco. Su pulpa es carnosa, cremosa pero con jugo, de color blanquecina, muy dulce y tierna. Si el óvulo no es fertilizado, el carpelo correspondiente tiende a no desarrollarse, con lo que el fruto se deforma.
Las variedades de Chirimoyas cultivadas en la Costa Tropical proceden exclusivamente de variedades autóctonas de la Costa de Granada, entre las cuales Fino de Jete representa el 95% de la superficie de cultivo, mientras que el 5% restante pertenece a la variedad Campas. La variedad Fino de Jete, la más importante, es una selección clonal (multiplicada vía agámica, por injerto) realizada por los agricultores del Valle del Río Verde desde principios del siglo XX, a partir de diversos genotipos obtenidos a partir de semillas, que abundaban en esta zona de cultivo. La selección la realizaron los agricultores teniendo en cuenta la calidad del producto (sabor dulce) y la piel lisa, que facilitaba su comercialización.
En cuanto a las necesidades climáticas destacar que el Chirimoyo no soporta las heladas y por encima de los 30ºC inhibe su crecimiento.
Una de sus peculiaridades de cultivo es la necesidad de una polinización de forma manual, mediante lo que se garantiza una cosecha mínima de fruta cada año, de mayor calibre y mejor conformación del fruto.

 

VALOR NUTRICIONAL
La Chirimoya es una fruta rica en agua, carbohidratos tales como glucosa y fructosa;  por el contrario, es pobre en grasa y proteínas pero, dado su alto contenido en azúcares, su valor calórico es bastante elevado. Respecto a otros nutrientes, es buena fuente de potasio y vitaminas C.  Entre las propiedades beneficiosas derivadas de su consumo destacar que es una  fruta muy digestiva, remineralizante, laxante y reguladora del nivel de glucosa en sangre y buena antioxidante por sus vitaminas C y A.

 

Zonas de Cultivo en Motril:

Laderas de Minasierra, Panata, Montecastillo, Galindo y laderas medias de Puntalon. En la actualidad hay unas 565 Has.