Un viaje culinario por una de nuestras recetas más tradicionales: la leche frita

Cuando se decretó el estado de alarma, la suspensión de las procesiones de Semana Santa fue inminente. Sin embargo, aunque no podremos disfrutar de esta efeméride en nuestras calles, sí podemos vivir las fiestas en casa. ¿Y cuál es la mejor forma? ¡Disfrutar de lo mejor de nuestra cocina!

 

Cuando hablamos de tradiciones gastronómicas de nuestra ciudad, la Semana Santa ocupa un lugar privilegiado. Los platos típicos que se preparan estos días son exclusivos y queda claro que son esas recetas tradicionales las que no se olvidan y nos recuerdan a nuestra familia y a los momentos vividos que tanto echamos de menos.

 

Si el confinamiento te ha despertado las ganas de ser un cocinillas, te proponemos esta deliciosa receta dulce para hacer leche frita. El Restaurante El Zarcillo nos ha dado la clave para darnos un buen festín con uno de los platos más clásicos de nuestra arraigada gastronomía. 

 

¡Te explicamos cómo se hace!

 

Ingredientes:

 

800 ml de leche

150 g de azúcar

55g de maicena

2 yemas de huevo

1/2 rama de canela

Cáscara de naranja y limón

 

Ingredientes para el rebozado:

Maicena

1 huevo batido

Aceite de girasol

Azúcar

Canela

 

Preparación:

 

1.

Colocar 500 ml de leche en un bol. A continuación, añadir 150 gramos de azúcar, media rama de canela y dos cáscaras de naranja y limón. Poner todo a fuego medio hasta que rompa a hervir y de vez en cuando remover. En cuanto comience el primer hervor, retirar y dejar entibiar. Retirar también la rama de canela y las pieles de los cítricos.

 

2.

En otro bol echar los 300ml de leche fría restantes, añadir dos yemas de huevo y batir. A continuación, incorporar 55 gramos de maicena y remover hasta disolver todo el contenido. Incorporamos este contenido al anterior.

 

3.

Poner la mezcla en un cazo a fuego medio hasta que espese. Para que no se pegue hay que remover de forma regular.

 

4.

Cuando tengamos todo listo, verter en un molde de cerámica o cristal. Alisar bien y tapar a ras con film transparente. Después, a temperatura ambiente, dejar enfriar y cuando esté muy frío, reservar en la nevera durante cuatro horas o, si hay tiempo, hasta el día siguiente.

 

5.

A continuación, voltear la mezcla sobre el papel vegetal. Cortar las porciones con un cuchillo e introducir los trozos en maicena y huevo batido. Freír con abundante aceite de girasol y, una vez cocinadas y fritas, cubrir con un papel para que suelte el exceso de aceite.

6.

Por último, espolvorear cada porción con azúcar y canela. Hacerlo sin miedo y listo para servir.

 

Os animamos a que paséis estos días de Semana Santa entretenidos y en los fogones. Y, por supuesto, ¡que compartáis con nosotros el resultado!  Si algún restaurante nos quiere hacer llegar su receta, que nos la mande y la ponemos.